Ecuador Guayaquil West Mission: SPECIAL MEETING REUNION ESPECIAL

Yesterday we had a special meeting with all of our missionaries. An LDS Family Services psychologist trained in helping people after disasters came and gave a two hour presentation to the missionaries. She helped them understand that the emotions they are feeling and may feel over the next several weeks or months are normal and a part of our brain's defense mechanism as it tries to make sense of what has happened. She also taught them some techniques they can do to release tension and reduce stress. She is very good and had them laughing quite a bit as well. Afterward they ate the sack lunches they brought and then we taught them another very powerful technique we are both trained in that has been used with much success with veterans who suffer from PTSD. It also helps reduce stress and softens the strong emotions that can be triggered after such an event as this. We have seen success with using it on a number of the missionaries who began having emotional distress from this early on.

The psychologist told us last week that about two weeks after the earthquake occurred, we could start seeing more emotional side effects from what the missionaries went through. It's because the first two weeks are called the "impact phase" and often the strong emotions stay down under the surface, but then they start coming up. So for that reason, we decided to move ahead quickly and try to teach them things that could help lessen those emotions if they begin surfacing. We've already had some that have needed to talk to the psychologist or the area mental health advisor (for those from the U.S.), but it hasn't been anything too serious. Everyone has been a little jumpy, which is understandable. And many are emotional, which is also understandable. We have felt the same way the past few days. But we hope that with the techniques they have learned to use -- which they were instructed to begin using every day -- they will be able to lessen any strong emotional side effects and feel at peace.

After we finished teaching that, we began a testimony meeting and gave them the opportunity to share the miracles they experienced. It went for three-and-a-half hours. So many expressed what a spiritual experience going through this has been and how they know they were protected by angels, which many felt were deceased family members. Without the miracles and protection they received, we would have had many missionaries with serious injuries or even some deaths. But they were protected in miraculous ways and we are so grateful to our Father in Heaven and the Savior for protecting them. They had been obedient and had prepared for something like this, and they had angels around them to protect them (D&C 84:88). This has been an experience that they will always remember and that will mark their lives for good. It has been difficult, but they have been blessed and sustained and their testimonies of the Lord's love for them and of the truthfulness of the gospel have grown immensely. They want so much to be able to return and help those in the affected areas with the blessings of the gospel in their lives and the knowledge that they can see their loved ones again. We are very grateful that we could be here with them when this happened.

Ayer tuvimos una reunión especial con todos nuestros misioneros. Una psicóloga de Servicios para la Familia SUD, entrenada en ayudar a las personas después de los desastres, vino y dio una presentación de dos horas a los misioneros. Les ayudó a entender que las emociones que están sintiendo son normales y una función del mecanismo de defensa del cerebro al tratar de hacer sentido de lo que ha ocurrido. También les enseñó algunas técnicas que pueden hacer para aliviar la tensión y reducir el estrés. Fue muy bueno y también les hizo reír mucho. Después comieron el almuerzo que habían traído cada uno y al terminar de comer, les enseñamos otra técnica muy poderosa que usan con mucho éxito para los soldados que regresan de la guerra y tienen problemas con el estrés postraumático. También ayuda mucho para reducir el estrés y reducir las emociones fuertes que podrían sentir después de un evento así.

La semana pasada, la psicóloga nos dijo que 15 días después de que ocurrió el terremoto, es probable que haya más misioneros con los efectos emocionales por lo que pasaron. Es porque los primeros 15 días se llaman el fase de impacto, y usualmente las emociones fuertes se quedan abajo pero después empiezan a manifestar. Por esa razón, decidimos no esperar para tener esta reunión para tratar de enseñarles algunas cosas que podrían usar para reducir esas emociones si empiecen a experimentarlas. Ya hemos tenido algunos misioneros que han necesitado hablar con la psicóloga o el asesor de salud mental del área (para los de EEUU), pero no ha sido nada muy serio. Todos están un poco nerviosos, lo cual es muy entendible. Nosotros también hemos sentido eso en estos últimos días. Pero esperamos que con las técnicas que han aprendido usar -- y les dijimos que necesitan usarlas todos los dias -- van a poder bajar los fuertes efectos emocionales y sentir paz.

Después de terminar de enseñarles eso, tuvimos una reunión de testimonios para darles la oportunidad de compartir los milagros que vieron. Duró tres horas y media! Muchos expresaron que esto ha sido una experiencia espiritual muy especial y que sabían que fueron protegidos por ángeles, quienes algunos sentían que eran seres queridos fallecidos. Sin los milagros y la protección que recibieron, hubiéramos tenido muchos misioneros con heridas serias o aun algunos muertos. Pero fueron protegidos de maneras milagrosas y estamos tan agradecidos a nuestro Padre Celestial y al Salvador por protegerles. Ellos fueron obedientes y habían preparado para algo así, y tuvieron ángeles alrededor para protegerles (D&C 84:88) Esta fue una experiencia que siempre recordarán y que marcará sus vidas para bien. Ha sido difícil, pero han sido bendecidos y sus testimonios han crecido mucho. Estamos tan agradecidos que pudimos estar aquí cuando esto pasó para poder ayudarles y poder escuchar sus experiencias.